A lo largo del 2020, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) recibió más de 1.107 notificaciones de brechas de ciberseguridad, con un importante incremento respecto al 2019 en los primeros meses del año. Esto se debe en gran medida, a la necesidad que tuvieron las empresas de adaptar sus rutinas de trabajo al formato online sin contar con la debida preparación en ciberseguridad.
Estos datos ponen de manifiesto la complicada situación de España en cuanto a materia de ciberseguridad se refiere. Y así lo refleja el estudio elaborado por Ironhack, en el que se han analizado los datos de amenazas de ciberseguridad en más de 30 países teniendo en cuenta su legislación sobre ciberdelincuencia, así como la proliferación de softwares de seguridad y malware en equipos privados.
El estudio ha mostrado como España se encuentra entre los primeros puestos, solo por detrás de Estados Unidos y Alemania, con un total de 30,2 puntos en riesgo de amenaza. La obtención de dicha puntuación parte de la evaluación de riesgos de ciberdelincuencia de VulDB, los datos de la proporción de ordenadores con software de protección del Informe de Defensa Digital de Microsoft 2017, el porcentaje de malware según el mismo estudio y la legislación vigente en cada país.
El nuevo panorama laboral en el que los datos y equipos se encuentran fuera de su entorno habitual, pone de manifiesto la necesidad de invertir en estrategias de ciberseguridad e incorporar éstas en los presupuestos y planes estratégicos de las organizaciones, además de poner el foco en la necesidad de apostar por expertos en ciberseguridad que puedan prevenir a las empresas y reducir las brechas de ciberseguridad.